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Estornudo holandés

junio 17, 2010

Julio José Orozco
Abogado Comercialista de la firma OROZCO Legal & Co.
www.orozco.legal
j.orozco@orozco.legal

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Diario LA REPÚBLICA / Asuntos Legales

Un fuerte reposicionamiento vivió el extinto florín, -moneda holandesa de hace unos años-, por allá a mediados del siglo pasado, cuando rebosantes de euforia las empresas de los países bajos, en asociación con el gobierno, comenzaron a explotar importantes yacimientos de gas y petróleo en el mar del norte. Fue tan grande y súbito el ingreso de divisas por aquellos días que, lejos de fortalecerse la economía, se afectó de manera sustancial el componente de exportaciones distintas a los hidrocarburos, pues, con un florín fuerte, les era imposible a éstas competir en una Europa apenas incipiente en su integración.

En los próximos días se llevará a cabo en Cartagena de Indias un evento de importantes características jamás celebrado en Colombia, dentro del cual me llama mucho la atención la ronda abierta de negociación donde el estado colombiano espera adjudicar, para la explotación minero-energética, una importante extensión del subsuelo colombiano continental y otra porción muy generosa del marítimo.

Hay que resaltar que el espectacular evento, organizado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos con apoyo del gobierno nacional, pone a Colombia como el centro de interés internacional de la industria y, según he conocido, la asistencia a éste será tumultuosa. Esto es sin duda un logro importante atribuible al ambiente de suprema confianza para el inversionista que ha creado la política de seguridad democrática.

Sin embargo, debemos decir desde ya que la ambiciosa oferta, sin pensar en los efectos que la ciencia económica ya tiene estudiados, es una advertida amenaza, -en el sentido técnico de la palabra-, para nuestra moneda. Naturalmente, es mucho lo que el estado puede hacer desde ya para sacar adelante tan importante oportunidad de inversión para el desarrollo del sector y del país, protegiendo a la vez para los próximos 20 años el resto de la industria nacional, cuya vocación es la fabricación de bienes rumbo a exportaciones. Seguramente, si el estado le encuentra uso inmediato a ese ingreso importante de divisas, como puede ser un organizado y certero gasto público por ejemplo en infraestructura, la moneda sufrirá modulaciones responsables que atenuarán el efecto.

Si ya es sabido que el mal holandés (enfermedad holandesa) ocasiona la pérdida de competitividad de la economía enferma, pues alerta debemos estar, porque varias veces hemos escuchado un fuerte estornudo de nuestra economía, que hoy he bautizado como estornudo holandés.

Julio José Orozco O.
OROZCO Legal & Co.
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